febrero 25, 2012

LA SABIDURIA DEL DALAI LAMA


"El problema humano básico es la falta de compasión. Mientras este problema subsista, subsistirán los demás problemas. Si se resuelve, podemos esperar días más felices."




"Sin amor la sociedad se encuentra en estado muy crítico. Y sin él nos enfrentamos cada vez más en el futuro a graves problemas. El amor es el centro de la vida humana."



"Para poder valorar mejor a los demás, es importante primero reflexionar sobre el error de valorarnos a nosotros mismos y en la cualidad de apreciar a otros. Si estimamos a los demás, entonces nosotros y los otros, seremos felices."



"Es mucho mejor hacer amigos, comprender mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir."



"Si nuestra mente se ve dominada por el enojo, desperdiciaremos la mejor parte del cerebro humano: la sabiduría, la capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal.
El enojo es uno de los problemas más serios que el mundo enfrenta hoy."



Dalai Lama.





LEYENDAS DE OZ.






FILOSOFOS GRIEGOS


)
La sabiduria de los griegos – 10 reglas de oro. Autores: M.A. Soupios, P. Mourdoukoutas
La sabiduria de los filosofos griegos en tus manos – 10 reglas de oro
• Platon, Aristóteles, Sócrates, Epicteto, Epicuro, Pitágoras, Esopo: las reflexiones y las enseñanzas de los filosofos de la antigua Grecia han perdurado a traves de los siglos y permanecen vigentes. Los autores han destilado la sabiduría intemporal de estos y otros filosofos griegos, convirtiendola en diez reglas faciles de comprender y recordar cuya observación ayudara a los lectores de nuestros dias a llevar una vida mas rica y significativa.
1. Examina tu vida!
Quien no examina su vida no merece vivirla. Platon
Examina tu vida, dedicate a vivir intensamente; busca siempre nuevos placeres y nuevos  destinos a alcanzar con tu mente.
Enfrentate a la vida con la mirada maravillada de un niño.
Dedicate a vivir a fondo sin preconceptos.
El alma esta mas viva cuando la mente esta ocupada.
Aferrate a la vida con firmeza y exprime hasta la ultima gota de excitación, satisfacción y alegria.
Procura encontrar siempre cosas nuevas y nuevos placeres.
Siempre hay algo nuevo que te aguarda: un lugar que no has visitado, un libro que no has leido, un amigo que aun no conoces, un plato que aun no has saboreado.
2. Preocupate solo por las cosas que puedes controlar!
Liberate por completo del deseo, porque si deseas algunas de las cosas que no controlas, seguro que seras desgraciado… Por lo tanto, quienes quieren ser libres no han de desear nada ni evitar nada que este bajo el control de los demas, de lo contrario seran unos esclavos… Nunca digas “lo he perdido” acerca de nada, sino “lo he devuelto”… No son las cosas en si mismas las que perturban a las personas sino su juicio sobre estas. Epicteto
Solo has de preocuparte por las cosas que controlas, aquellas que puedes modificar a traves de tus actos, no por las que no puedes dirigir ni cambiar.
Cultiva cierta disposición de animo.
Cada vez que te enfrentes a un problema, hazte una pregunta sencilla: puedo controlar este problema?
Si no es asi, he de olvidarlo por completo y pasar al problema siguiente.
Si es asi, que puedo hacer al respecto? Cuales son mis opciones? Cuanta energia requiere?
3. Atesora la amistad!
La amistad es una relacion en la que dos personas llegan a compartir la misma alma. Aristóteles
La amistad es una relacion reciproca que satisface la necesidad de union. La amistad no puede comprarse, sino que ha de cultivarse y atesorarse en unas relaciones basadas en la confianza y la concordia.
La amistad es un vinculo reciproco que satisface la necesidad de afiliación.
La riqueza y el poder no son la base de una autentica amistad.
La amistad se cultiva mediante relaciones imbuidas de confianza y concordia. La amistad no debe confundirse con las relaciones amistosas o las “utilitarias”.
La amistad solo puede ser compartida por unos pocos que respetan y preservan la confianza en ellos depositada.
La amistad debe considerarse cualitativamente, no cuantitativamente.
La vida sin amigos carece de energia y significado.
La sabiduria de los griegos – 10 reglas de oro
4. Experimenta el autentico placer!
Al decir placer, nos referimos a la ausencia de dolor corporal y de confusion y agitación mental. Epicuro
Evita los placeres superficiales y pasajeros. Tu vida debe ser sencilla. Busca placeres tranquilos que te aporten paz espiritual. El verdadero placer es disciplinado y moderado.
No busques placeres superficiales, pasajeros y antinaturales.
Busca placeres estables y tranquilos que te proporcionen paz mental.
Procura que tu vida sea sencilla.
Intenta alcanzar la ataraxia, el equilibrio mental que proporciona tranquilidad mental y emocional.
Si te encuentras en una situación estresante, preguntate lo siguiente: “Merece la pena? Acaso la vida es solo esta febril competitividad impulsada por el estrés?”
5. Dominate a ti mismo!









Quien no es el amo de si mismo no es libre. Epicteto
Rezistete a cualquier fuerza externa que pueda delimitar tus ideas y tus actos; no te dejes engañar creyendo solo lo que consideras util y conveniente; una libertad completa requiere una lucha interior, una batalla para dominar las fuerzas psicologicas y espirituales negativas que impiden una existencia sana; el autodominio exige una sinceridad implacable.
Rezistete a cualquier fuerza exterior que pueda distorsionar tus pensamientos y tus actos.
Evita las racionalizaciones comodas que empleas para justificarte a ti mismo.
La libertad completa requiere una lucha interior, una batalla contra las fuerzas psicologicas y espirituales que impiden una saludable independencia.
Debes ser implacablemente sincero contigo mismo y evaluar tus motivos de un modo critico.
No culpes a los demas de tus defectos.
La libertad mas elevada supone un autoconocimiento que rechace las aparencias.
6. Evita los excesos!
Nada en exceso. Solon
Debes vivir una vida armonica y equilibrada, evitar los excesos y no ir de un extremo al otro. Incluso lo bueno o, si se busca o consigue sin moderacion, puede convertirse en una fuente de dolor y sufrimiento.
Debes buscar la armonia, el equilibrio y la proporcion.
No te apartes del termino medio, evita los extremos.
Incluso lo bueno, si se busca u obtiene en exceso, puede convertirse en una fuente de sufrimiento.
La desproporcion escamotea la autentica felicidad.
En algunas circunstancias, menos es mas.
7. Sé responsable!
Reprochate tus errores. Pitágoras
Reprochate con sinceridad y esmero tus errores; debes mantener una especie de higiene espiritual; deja de culpar a los demas de tus errores y defectos. Debes ser sincero contigo mismo y estar dispuesto a asumir la responsabilidad y aceptar las consecuencias.
La “gran” deshonestidad – la mentira con que te engañas a ti mismo -  resulta letal para la felicidad. Distorsiona y paraliza cualquier oportunidad, relacion y perspectiva de vivir una vida que valga la pena.
Debes estar dispuesto a confesar tu responsabilidad con sinceridad y no endilgarles a los otros una culpa que has de endilgarte a ti mismo, y debes estar dispuesto a aceptar las consecuencias.
8. No seas un necio prospero!
Un necio prospero supone una carga dolorosa. Esquilo
La prosperidad en si misma no compensa una vida mal orientada, y puede suponer una fuente de necedad peligrosa. El dinero es un ingrediente necesario pero no suficiente para vivir una buena vida y alcanzar la felicidad y la sabiduría.
La prosperidad en si misma no garantiza la felicidad, ni la sabiduría.
La riqueza no proporciona inmunidad contra los errores o la estupidez.
La prosperidad debe estar sometida a la sabiduría.
Por mas dinero, poder o privilegios que acumulemos, no lograremos liberarnos de los defectos de una existencia necia.

9. No hagas daño a los demas!
El hombre que hace daño a los demas, se lo hace a si mismo. Hesiodo
Cometer maldades es una costumbre peligrosa, una especie de reflejo al que recurrimos demasiado a menudo y que justificamos con demasiada facilidad, y que tiene un efecto duradero y pernicioso en la busqueda de la buena vida. Hacer daño a los demas provoca dos victimas: lo que sufre el daño y el propio victimario, el que lo provoca. Con el tiempo la maldad prolifera y se encona hasta que corrompe toda la personalidad, y el resultado es una persona llena de trastornos emocionales y psicologicos.
No manches tu alma con el mal.
Hacer el mal es un habito peligroso que daña tanto a la victima que al victimario.
Los victimarios se convierten en personas amargadas, rencorosas, tristes y neuroticas.
Debes experimentar la alegria que supone ser una buena persona.
Concentra tus esfuerzos en realizar actividades constructivas que te proporcionen tranquilidad y felicidad.
10. La bondad hacia los demas tiende a ser recompensada.
Ningun acto bondadoso resulta inútil. Esopo
El trato bondadoso hacia los demas es una buena costumbre que tiene un efecto duradero positivo que refuerza la busqueda de la buena vida. Ayudar a otros proporciona una sensación de satisfacción que tiene dos beneficiarios: el que recibe la ayuda y el que la proporciona. Con el tiempo, quienes actuan con bondad desarrollan una personalidad amable y dichosa que atrae a sus semejantes y los vuelve mas bondadosos.
Se generoso con los demas.
La generosidad crea la autentica oportunidad de derribar los muros que aislan y dividen.
La bondad proporciona una profunda satisfacción.
Una accion bondadosa autentica no es un calculo ni una inversion consciente hecha con la esperanza de obtener un beneficio.
La bondad tiende a revertir sobre quienes la ejercen.

JORGE BUCAY


10 Reglas básicas para una relación duradera


1. No busques la perfección en tu pareja. De hecho la perfección desde el punto de vista afectivo, es vista como un defecto y molesta a tu contraparte ¿No es cierto?

2. Acepta los errores de tu pareja. Errar es de humanos dice el refrán y más que acciones juzga actitudes. En una relación mientras no haya una clara intencionalidad de tu pareja de hacerte daño, no debe haber una razón para un conflicto.

3. Escucha y confía. No siempre las cosas son como parecen especialmente cuando queremos ver situaciones que no existen.

4. Si complaces a tu pareja, asegúrate que tu única recompensa sea el verla feliz.

5. Asumir papeles de víctima es lo que más daña las relaciones, el hacer sentir culpable a tu pareja de una situación jamás conducirá a ninguna solución.

6. No adivines las cosas que le gustan, pregúntale y de igual forma coméntale lo que te gusta y te disgusta

7. Aprende su lenguaje, no todos nos comunicamos igual.

8. Si discutes, no ofendas. Cuando las cosas se enfrían, las ofensas siempre quedan como barreras para la reconciliación

9. Guarda interés por las cosas de tu pareja y apóyala

10. Nunca esperes que tu pareja te haga feliz, si tú no puedes ser feliz por ti mismo, nadie más lo logrará.

ARTICULO DE:UN PENSAMIENTO CADA DIA








HOY:ALEJANDRO ROZITCHNER -ESCRITOR Y FILOSOFO ARGENTINO


Qué quiere decir ser ateo

Para empezar, ser ateo no quiere decir no creer en dios. Un ateo no se define en relación con los religiosos, sino en función de su propia visión del mundo, que no requiere caer en la respuesta burda “dios” o “poder superior” para responder las cuestiones fundamentales del sentido. Y ser ateo no quiere decir tampoco sentir a la existencia vacía: esa es la representación que un creyente hace del ateísmo porque para él, si no hay dios, entonces esta realidad carece de sentido y de orden. Para el ateo el sentido no viene dado por ninguna realidad trascendente ni por ninguna existencia inmaterial y superior. La existencia tiene sentido de por sí, y en verdad tiene un sentido superior al de nuestras fuerzas. La vida es perfecta como es: avasallante, feroz, increíble, sensacional, compleja, desbordante, exhuberante, maravillosa, incomprensible. Que no pueda comprenderse no quiere decir que haya que apelar a dios, hay que entender y aceptar que la vida no es un fenómeno para comprender sino para experimentar, es plena en sí misma y no va a dar a ninguna parte. Tras la muerte, nada.
Aquí es cuando los religiosos dicen: ¿entonces no hay nada más, es sólo esto la vida, este pasar y perderse, todo esto para nada? Y donde un ateo debe responder: ¿qué, te parece poco, querías más, te hace falta más? Claro que es dura la certeza de que vamos a morir, pero eso no lo hace menos cierto. Podemos mentirnos, hacernos los que dudamos, decir “nadie sabe qué hay más allá”, pero creo que hoy en día, en el nivel de conocimiento que hemos alcanzado esta respuesta es siempre fingida y resulta poco creíble.
Y dos cosas más: los creyentes creen que sin religión no hay valores. Pues se equivocan, pretenden adueñarse de los valores como si estos no pudieran surgir de donde surgen realmente, de perspectivas humanas consensuadas a veces y a veces no. El valor no tiene origen divino y trascendente, es humano y problemático, como todo, y no está mal que así sea. La otra cosa: hoy en día hay muchos ateos que no saben o no aceptan que lo son. Muchas personas siguen con la tradición religiosa porque no quieren bancarse la dificultad de confrontar consigo mismos y con los demás, pero no creen realmente en dios. ¿Quiere decir que no creen en nada? El creyente suele decirle al ateo: bueno, no creés en dios pero creerás en algo, en vos, en la naturaleza, en algo más grande… El ateo debe responder: en la frase “yo creo en dios”, la parte clave no es “dios”, la parte clave es el “yo creo”. Los ateos no creemos, no tenemos la estructura de la fe para encontrar el sentido de la vida. El sentido está en nuestra sensibilidad misma, en nuestro deseo, en nuestro cuerpo, a cuyo refinamiento sensual le corresponde el nombre de espiritualidad sin que haya que recurrir a ninguna inmaterialidad innecesaria. Y no por eso somos inmorales o poco constructivos socialmente, tal vez justo lo contrario. Respeto a los creyentes, pero trato de que se respete a los ateos, cosa que no sucede del todo. Hay creyentes que me tocan el timbre para hablarme de dios, ¿podría yo, ateo, salir los domingos por el barrio para decirle a la gente que no necesita esconderse tras el truco de la fe?
 








Doble moral



Clinton, Artaza, grandes diferencias y algunas semejanzas. Un hombre muestra algo y esconde otra cosa, ofrece una imagen pública que es muy distinta de su verdad privada. ¿Está mal? No podemos afirmar que el modo correcto de vivir sea el de mostrarse completamente a la vista de los demás, y menos aun que esto sea posible o que haya alguien que viva de esa forma. La intimidad, ese escenario complejo de intensidad personal que uno va armando con arte a lo largo del tiempo, no debe guiarse por esa exigencia de traslucidez, sino más bien lo contrario. En esa zona privada hay cierto nivel de creatividad que sólo allì es posible, uno no está encarnando el ejemplo de ser humano universal, uno es sólo alguien que trata de vivir lo mejor que sabe y puede. La misma idea de que las cosas que dos adultos que consienten hacen con sus cuerpos es cosa de ellos debe llevarnos a entender que la forma en la que las personas diseñan su mundo personal debe ser respetada.
No está bien traicionar al conyugue, podríamos decir, como idea general, y estaríamos todos de acuerdo. Pero tampoco debemos a partir de allí tomar la actitud sencillista de censurar a quien lo hace, porque desconocemos todo de la vida íntima en la que tal hecho sucede. ¿Era un buen matrimonio? ¿La infidelidad representa en su caso la huída de una relación que funcionaba, la desesperada búsqueda de una intimidad plena porque se carecía de ella, una desviación sensual innecesaria y dañina, un paso de crecimiento en una persona sometida a los límites de otra a la que usó como bastón, el recurso de alguien que no sabe qué hacer con su vida para sentir emociones, una venganza? Las posibilidades son muchas. La opinión pública no debería lanzarse con saña sobre los casos visibles de personas que viven las mismas complejidades de la vida afectiva que vivimos todos. No es correcto que se le pida a los representantes públicos algo que ningún ser humano puede dar. Mejor es que la sociedad -por suerte podemos reconocer que en gran medida así sucede-, entienda que la vida de sus hombres públicos está sometida a los mismos movimientos sísmicos a los que están sometidas todas nuestras vidas.
Otro problema se plantea cuando la persona que oculta algo pretende tener una representación moral o política extremadamente pura, poniéndose en el lugar de oficiante de una severidad extrema. Es evidente que resulta escandaloso que un pastor o un político moralista sostenga públicamente la necesidad de la fidelidad conyugal y sea descubierto con una amante o una puta, o que se pronuncie en contra de las drogas y luego haya evidencia de que consume cocaína. Pero no todo político o representante moral lo es de una posición tan estricta o severa. Se puede perfectamente ser diputado o presidente, cumplir con eficiencia la tarea, y además tener una amante o tener un trato liberal con la bebida.
Los golpes de realismo que los casos que llaman la atención de la opinión pública nos imponen son golpes valiosos y positivos. Hay en ellos un aspecto escandaloso, que todos en realidad disfrutamos más de lo que estamos dispuestos a admitir, pero hay también un aspecto pedagógico, y es el que resulta socialmente util. Estamos aprendiendo a entender qué importa y qué no, en un hombre público, y a no buscar como valor en una figura pública a la falsedad con la que pretenda representar una formalidad imposible en un ser humano.
Y también estamos aprendiendo a entender que nadie es perfecto, o que la idea de perfección es errada, y que tampoco nosotros tenemos por qué estar a salvo de los terremotos personales. La moral extrema no es buena consejera, porque fomenta los fanatismos y con ellos siempre aparecen los peores momentos tanto personales como sociales.
Prefiero hombres públicos a los que se les ve la hilacha, cuando se trata de una hilacha humana, antes que hombres públicos que se quieren intachables y perfectos. Por otra parte, los puros suelen ser los peores. No es necesario que finjamos ser los que no somos, en todas partes se cuecen habas. Mejores que las sociedades moralistas, son las sociedades vitales y libres.
 





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