marzo 21, 2012

PSICOLOGIA Y EL SER-EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO-EL ORIGEN

El Conocimiento científico desde un punto de vista filosófico plantea un cuestionamiento previo. ¿Se puede conocer? ¿Es posible la objetividad?

Cuando los filósofos antiguos interpretaban al hombre como parte de la realidad, con una postura realista sobre las cosas, como Parménides, Platón, Aristóteles, (siglos III al VI a. de C.) el conocimiento se basaba en conceptos formados a partir de las cosas y éstos conceptos reflejaban la realidad.

A partir de Descartes (siglo XVI) acaban estas posturas y aparece el problema del método para conocer y no incurrir en error.

El pensamiento moderno comienza con una teoría del conocimiento y Descartes convierte a la duda en un método, la duda metódica. Él afirma: de lo único que estoy seguro es de que yo existo, porque estoy pensando. Hay una idea de Dios común a todos los hombres. Si Dios existe entonces existe también la sustancia extensa. De esa manera Descartes llega a la posibilidad de la existencia del mundo y de las cosas.

La Teoría del Conocimiento o Gnoseología, rama específica de la filosofía, se interesa por el problema del método, la posibilidad, la certidumbre, el origen y la esencia del conocimiento.

El problema básico es la relación entre el observador y lo observado. El sujeto, por medio del pensamiento modifica al objeto y al mismo tiempo el objeto modifica al sujeto.

Puede decirse entonces que el pensamiento es el resultado de la acción simultánea del objeto sobre el sujeto y de éste sobre aquel.

¿Cuál es el origen del conocimiento? ¿Es la experiencia o es la razón?

La razón son los juicios fundados en el pensamiento, poseen necesidad lógica y validez universal. Esta postura fue defendida por ejemplo por Platón, San Agustín, Descartes y Leibniz.

El Empirismo considera la experiencia como única fuente de conocimiento, sostienen esta cosmovisión por ejemplo, Locke y Hume.

Otros filósofos importantes y decisivos fueron Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, y Kant, con una postura intermedia entre el racionalismo y el empirismo. 

Mientras que para Kant la razón es “a priori” de la experiencia, para Aristóteles y Santo Tomás de Aquino el conocimiento comienza con la experiencia.

En cuanto a la existencia de la realidad objetiva de todas las cosas, existen tres posturas que se destacan: el realismo según el cual existen las cosas independientemente de la conciencia que las conoce (Aristóteles, Descartes, Hobbes, Locke), el idealismo, para el cual no se dan cosas independientes de la conciencia (Berkeley, Fichte, Hegel) y el punto de vista fenomenológico (Kant) que sostiene la imposibilidad del conocimiento de las cosas tal como son en sí mismas; las conocemos tal como se nos aparecen, pero no en cuanto a su esencia

Qué certeza tiene el verdadero conocimiento? Para Kant el criterio de la verdad de un conocimiento debe ser universal, aplicable a todos los conocimientos sin distinción de objetos y no puede tener un carácter únicamente formal, racional ó lógico; el fundamento de la legitimidad de los juicios sintéticos de la razón es la experiencia, en la percepción sensible.

Descartes y Kant son los dos exponentes máximos del racionalismo en que se basa el conocimiento científico actual.

Dice Kant, el espacio es la forma de la sensibilidad. Nuestra facultad de tener sensaciones es la que imprime a las sensaciones la forma del espacio. El espacio no es una cosa, sino la forma “a priori” de todas las cosas. Por eso, los juicios sintéticos “a priori” son posibles en la matemáticas porque se basan en el espacio y el tiempo, los cuales no son cosas, sino la condición de la posibilidad de las cosas.

Ponemos a los objetos reales, los caracteres del espacio y del tiempo (que no son objetos sino algo que nosotros proyectamos en los objetos) y como los hemos proyectado les hemos inyectado “a priori” ese carácter de espaciales y luego encontramos constantemente en la experiencia ese carácter.(Kant)

Las cosas en sí mismas no las hay, son fenómenos, y si las hay no podemos de ellas decir nada, no podemos ni hablar de ellas.(Kant)

La ciencia se compone de los elementos empíricos procedentes de la experiencia y los elementos puros que la razón agrega.

La Psicología Experimental, cuyo objeto de estudio objetivo, confiable y válido que se puede medir es la conducta, es la única teoría considerada científica.

La conciencia, el inconsciente, la intuición, no pueden investigarse en un laboratorio en forma objetiva, por lo tanto todas las demás teorías existentes que no pueden ser sometidas a comprobación, tienen solamente validez teórica.







http://psicologiayelser.blogspot.com.ar/2010/12/el-conocimiento-cientifico-origen.html 

TRIBUNA DE PERIODISTAS-PERIODISMO INDEPENDIENTE-CRISTINA LLORA Y BAILA ...PERO SOLA


21 / 03 / 2012
Analisis

Cristina llora y a los minutos baila… pero sola

CRÓNICA DE UN BREVE CRUCE CON LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN

Cristina llora y a los minutos baila… pero sola
Martes 20 de marzo del 2012. La seguridad de Presidencia llega a Tecnópolis. En un galpón del gigante predio de Villa Martelli se realiza un encuentro sobre telecomunicaciones con referentes de América Latina, empresas de las tecnologías de la comunicación y cientos de funcionarios del Gobierno nacional contando sus experiencias en los distintos debates y charlas.
En el primer día del encuentro —que fue ampliamente promocionado durante las transmisiones de Fútbol para Todos— estuvo el Ministro Julio De Vido inaugurando formalmente el Congreso. Al día siguiente, el académico colombiano, Omar Rincón, rompió el esquema de los lugares comunes cuestionando la seriedad de las televisiones públicas de América del Sur mientras que hablaba de las bondades de la conectividad global, aunque encendía el semáforo por aquello de que mayor información no es sinónimo de estar más informado. Es un integrado. Los apocalípticos no están presentes en el Congreso.
A las 16 horas en una de las salas, funcionarios de tercer orden hablan de obras realizadas en fachadas de edificios históricos de la ciudad. Obviamente no hay representantes del Gobierno de la Ciudad mientras se llenan la boca de “pluralismo” y “democratización”, dos de los principales slogans de campaña del 2007.
Abel Fatala llega a la charla corriendo y es el centro de atención. Luego se quedará a presenciar la llegada de la Presidenta. A esa hora, las vallas comienzan a dividir los distintos stands para armar el corralito por donde Cristina saludará a los trabajadores presentes para ubicarse en el hall principal en que entregará el decodificar número un millón y pico. Las cifras van y vienen, nadie las cree, pero funcionan como símbolos de records que se baten en cada discurso.
Vestida de negro, presurosa, pasadas las 18:20 entra Cristina con sus ministros detrás de ella, casi en fila india. No hay muchos medios televisivos ni gráficos presentes. Solo el notero de CQC intenta sin suerte acercarse a ella. Es casi imposible. Charla con una promotora del stand de la televisión digital e ingresa a un salón en donde la gente de ceremonial y protocolo ubicó estratégicamente a humildes niños de La Matanza en las filas de adelante con una jubilada de Berazategui. El combo perfecto.
En su discurso, con videoconferencia incluida con un Hugo Chávez menos verborrágico, casi como anestesiado, se emociona cuando la cámara toma un cuadro de Néstor Kirchner. Amaga a levantarse, llora desconsoladamente y luego vuelve a sentarse para preguntarle al presidente venezolano sobre su salud. Los tiempos de las emociones están articulados milimétricamente, excepto por el antes descripto en que recordé la frase del viernes pasado del empresario de la carne, Alberto Samid: “Cristina está peleada con la vida, y es natural que así sea, cuando consiguió todo, se quedó sin nada, perdió a su compañero”. A pesar de estar siempre rodeada de funcionarios, sus 35 custodios personales, asesores, alcahuetes, cortesanos y demás, es una mujer solitaria. Alguna vez se habló de bipolaridad. Es así. Puede emocionarse hasta las lágrimas como también, 15 minutos después, ensayar un pase de baile para los jóvenes de La Cámpora.
El discurso es corto. Toca los tres temas habituales del 2012. Malvinas, un punto que sensibiliza a la casi totalidad de la población, el recuerdo de “él” y la salud de Hugo Chávez, enmarcados en la inclusión social a niños y ancianos postergados.
No se habla de trabajo o mejor educación, sino de netbooks y televisión digital. Sin embargo, luego de décadas de postergación, el circo y el pan —vaya a saber en qué dosis— es visto como algo histórico y sin parangón en nuestro país por esas miles y miles de personas que se fanatizan ante su presencia.
Los micros de La Cámpora, más de seis, llegan tarde. Cristina se está por retirar. Obviamente, no les da ni cinco de pelota a los escasos periodistas presentes. Sale por la puerta de atrás donde se agolpan en nuevas vallas, extrañamente colocadas, los jóvenes camporistas con sus banderas.
 La imagen para los medios afines es la de personas tirándose encima de ella como si fuese una estrella de rock. Esa es la sensación que queda. Se sacan una foto para el Facebook. Ella saluda desde lejos y hace como que rompe el protocolo y va y viene un par de veces, correteando conmigo detrás. Le hablo, ni me mira. Está en su mundo, en otro mundo. Ensaya un paso de baile, sus custodios me agarran del cuello y me depositan, en un segundo, a cinco metros de la Presidenta. Ella les dice con su tono inconfundible, “déjenlo, déjenlo”.
El cronista de CQC intenta evadir las vallas pero ella ya no habla ni con esos movileros, con los que solía bromear. El contacto con su gente es directo. Se va saludando y llora otra vez. Baila y llora. Los 500 manifestantes que solo fueron a saludarla al finalizar el acto, cantan sobre Malvinas y la gloriosa JP.
El cielo está oscuro, está por caer la noche y ella sigue bailando sola.

Luis Gasulla Twitter: @luisgasulla